Acercarnos a los colores, conocerlos, sentirnos identificados con ellos, es una necesidad desde hace ya tiempos remotos. Avanzarán a medida que avanza la cultura. Cada cultura se sentirá identificado por unos colores, en parte también por ser lo que tienen cerca.
Algunas tribus de África conocerán desde tiempos remotos pigmentos como el ocre de la tierra o el carbón de las hogueras y espesantes como grasas animales o resinas de los árboles.
El azul será uno de los primeros pigmentos sintéticos. Los egipcios ya lo utilizaban.
También de mucha antigüedad es un tinte de color morado, extraído de la mucosa de unas conchas marinas, usado como tinte para los ropajes. Los romanos lo utilizaban.
Las culturas islámicas usarán el color verde, importante para esta cultura y será creado a partir de plomo, sílice y cobre.
Un color importante para la cultura cristiana europea fue el bermellón, color creado a partir del sulfuro de mercurio. Pero otro color revolucionará la cultura cristiana europea, el lapislázuli o como los italianos lo bautizaron: azul de ultramar. Este color fue encontrado ya por Marco Polo en unas minas de Afganistán, “el color más puro y hermoso”
En el renacimiento, la emergente clase burguesa, enriquecida por el comercio, potenciará otra obra que ya no es solo religiosa, aparecen los mecenas.
Los pintores se ven ya en la necesidad de crear nuevos colores con los que representar la nueva realidad. Estos colores llegarán gracias a la expansión de las rutas comerciales. Aparecerá el óleo en sustitución del temple así como el entubado y la estandarización del color. Estos avances serán importantes. Nuevas técnicas despertarán nuevas posibilidades en artistas emergentes.
Muchos colores vendrán de los tintes, extraídos de plantas, maderas y productos naturales. La cualidad del tinte respeto al pigmento es que éste es absorbido por otro material, el pigmento tiende a quedarse en la superficie. El tinte añil es uno de los colores más antiguos, debido quizás a su simplicidad para producirlo.
España encontrará en las Américas quizás el mejor rojo, el carmín. Producido por un insecto, la cochinilla, que desprende un ácido carmínico.
Willian Henry Perkin, descubrió por casualidad, como producir tinte sintético, aportando un nuevo avance, tanto en la rapidez de su producción así como en el coste.
Las investigaciones irán revelando nuevas formas de crear otros colores sintéticos, creando colores muy intensos. Estos descubrimientos serán claves para el desarrollo del impresionismo. La figuración fue desapareciendo para dar paso a la abstracción y el color.
Pantone será la empresa que más ampliamente definirá y catalogará el color. Pero las investigaciones no culminan aquí, se irán definiendo colores a través de la luz. Ya no solo por la opacidad de los pigmentos sino también por la transparencia, por la refracción, la iluminación, etcétera.
Las infatigables investigaciones acerca del color nos permiten cada día más, conocerlos mejor, pero siempre habrá algo de fascinante en esto del color, algo a lo que la ciencia no llega. Algo que hace conectar almas humanas.
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